domingo, 3 de mayo de 2009

LA MUERTE



LA MUERTE

Esta carta simboliza transformación, rejuvenecimiento y renovación. Su color lo vincula al plano humano. Su acción inteligente, rápida y positiva, por poseer la guadaña. La tierra negra símbolo del renacer para los alquimistas, indica una transformación inexorable sin relación alguna con la muerte física. La figura central es el esqueleto que representa a la muerte. Este arcano evoca una larga labor de limpieza y purificación, como una labranza o un ciego que prepara el terreno para una nueva vida. Este esqueleto es de color carne, el color de la vida orgánica, por excelencia. Se trata del esqueleto que llevamos en nosotros mismos, el hueso, la esencia viva y la estructura de todo movimiento, y no del esqueleto que dejamos detrás de nosotros al irnos de esta vida.

Este arcano, con su guadaña vital (roja) y espiritual, está trabajando la naturaleza, su propia naturaleza profunda. Sostiene la guadaña por su mango amarillo, color de la inteligencia: el trabajo ha sido deseado, pensado, y ahora se lleva a cabo. Naturalmente, ese trabajo puede vivirse como un luto. En el proceso de este arcano, se verá aflorar con frecuencia la ira o la agresividad, padecida o expresada. Pero es posible que ese trabajo se efectúe como un estallido, una explosión rápida y liberadora. Lo impulsa la energía explosiva, vital y sin matices pero necesaria ante la estabilización que ha aportado. El suelo negro también indica el color del inconciente, de la vacuidad, del misterio profundo. Se encuentra en el suelo dos cabezas, no se sabe si están cortadas o surgiendo de la oscuridad; en cualquier caso, el esqueleto se apoya sobre ellas para avanzar.

Observamos también que destacan sobre el suelo negro unos pies y unas manos, unos muy bien formados, otros imperfectos. Se podría decir que el nuevo ser aflora ya en la superficie. Su cabeza lleva una forma lunar, señal de receptividad. Este arcano lleva en él (esqueleto) la divinidad, pero no es totalmente divino, trabaja en el plano de la encarnación. La pelvis del personaje y su columna constituyen la base del crecimiento que se desarrolla a lo largo de esta columna, en forma de espiga de trigo. Una de sus rodillas lleva un trébol de 3 pétalos, que indica una vez más la actividad en puntos estratégicos del ser. Es el lugar del carisma y de la comunicación de la multitud. Se trata de un ser activo y comunicativo, a la vez encarnado y espiritual, humano y divino, mortal e inmortal. Su máscara es espantosa. Aunque se vea que lleva dentro la acción divina, podemos dejarnos aterrorizar por su apariencia, y ver en este personaje una cabeza vacía que siega al azar sin respeto por la belleza de la vida. Una amenaza terrorífica e inapelable, como la muerte injusta y sin piedad. Pero su acción nos indica la vía de transformación y nos lleva de la mortalidad a la inmortalidad de la conciencia individual.

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