LA JUSTICIA

La Justicia

Establece el equilibrio perdido. Representa la luz, la justicia, la armonía y la honestidad. La Justicia, símbolo de perfección con su balanza, equilibra nuestra vida. Al igual que el arte sagrado de los constructores de catedrales rechazaba la simetría como arte diabólico, la Justicia está estructurada de manera asimétrica: en algunos mazos un pilar es más alto que el otro, el collar sube más por la derecha, los platillos de la balanza no están en un mismo plano horizontal, su espada no esta paralela en su trono.

Se puede pensar que la desigualdad de los platillos manifiesta la inestabilidad propia de la naturaleza y que le aporta un sostén inspirado por la misericordia divina. En este sentido, la Justicia es profundamente humana: su cabello de color carne, su vestido que se hunde en la tierra, la ligan al plano terrestre. Pero también tiene un punto de encuentro entre lo divino y lo humano. En su corona un círculo rojo, como un tercer ojo, indica que actúa en función de una mirada superior, de una inteligencia recibida del universo.

Bien sentada en su trono, mira de frente, invita de este modo a una introspección sin fisuras, a una inmersión en el presente. La Justicia está impulsada por la sabiduría. Con la mano que sujeta la balanza, hace un gesto sagrado, un mudra en que los cuatro dedos de la mano representan las cuatro instancias del ser humano (pensamiento, emoción, deseo, necesidad corporal).

La espada y la balanza significan la incorruptibilidad del personaje. Los dos pilares, el trabajo que el pensamiento realiza por sí mismo.