sábado, 2 de mayo de 2009

EL EMPERADOR

Representa las energías materiales que el hombre utiliza para dar a sus creaciones una realidad momentánea. Hombre de poder sólido y estable, protector que da forma a los proyectos. Es el logro de los trabajos realizados. Estabilidad relativa; poder autoritario alcanzado mediante la inteligencia. Economiza pero sin llevar a la avaricia. Representa así mismo al consultante. Dios carnero egipcio, Amón o Zeus. También puede representar al padre del consultante, el jefe, el hermano o el marido. En el pecho del emperador se descubre una cruz, con ella las leyes del Universo están bien establecidas. Este detalle, es fundamental para comprender este arcano; al igual que la Emperatriz, tiene un núcleo masculino en su feminidad, el Emperador está acompañado por el águila hembra, receptiva, en plena incubación como la Sacerdotisa. Dominio de poder sobre su imperio. Ejerce la soberanía y poder sobre sus dominios y posesiones. También significa que es dueño de una visión más aguda que los demás.

El personaje puede verse sentado en su trono estable, dispuesto a actuar si lo desea y es la fuerza en reposo. No siente ninguna necesidad de agitarse ya que está establecido en la consolidación de su autoridad. No necesita hacer ningún esfuerzo. Sus piernas cruzadas dibujan un cuadrado que nos confirma su arraigo en la materia. También forma un cuatro que simboliza estabilidad. Símbolo de poder que tiene sobre él.

Se observa que su mano izquierda es más pequeña que la otra. Pasiva y receptiva, sujeta su cinto, que es doble como el del mago, pero el Emperador ya está llevando la unión de los contrarios actuando sobre su voluntad. Su realidad le obedece, es amo de su territorio, de su cuerpo, de su intelecto y de sus pasiones. En su mano derecha grande y activa sostiene con firmeza un cetro símbolo de poder, pero no lo ejerce desde su vientre sino que se apoya en las leyes cósmicas y las hace respetar. No necesita ningún apoyo para su cetro, extrae su fuerza del eje Universal.

Los ojos fijos en el horizonte señalan la contemplación de su imperio y mira fijamente el objeto de su poder. Su calzado rojo significa que anda en un camino espiritual por ese azul cielo cerca de los mismos. Su trono muy labrado, indica el refinamiento de su mente. En él se reconoce, encima de su hombro izquierdo, el símbolo del oro, del conocimiento. Su cabeza está coronada de inteligencia e irradia como un sol. Su barba y su cabello manifiestan su experiencia espiritual; el poder que ejerce no es sólo material. Representan también la madurez del Emperador.

El Emperador lleva un collar amarillo que forma espigas, señal de sus intenciones purificadas; del collar pende un medallón con una cruz verde que es la unión entre el espacio horizontal y el tiempo vertical. Está completamente centrado aquí en el presente. Es su manera de ser activo.

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