sábado, 2 de mayo de 2009

EL CARRO


El Carro

Es la carta del triunfo, de los viajes. Muy dinámico, representa el poder bien dirigido. En el trabajo es el signo del avance y del poderío. Dios Halcón, Horus o Apolo y los héroes solares.

El carro está tirado por dos caballos que miran la misma dirección como si avanzaran tendiendo en cuenta el pasado.

El carro representa la acción por excelencia en todos los planos, sobre uno mismo y en el mundo. El carro sabe perfectamente a dónde va, es el avance hacia la meta, la conquista y el éxito; es el momento de iniciar la marcha hacia el futuro. Es un poderoso medio y representa la posesión de éste.

La carta se compone por tres planos principales: dos caballos, un vehículo y su conductor, que podría identificarse como príncipe puesto que lleva corona. De ese príncipe solo se ve la mitad, por encima de la cintura.

En el rostro del príncipe nos presenta que es viril y noble. El vehículo es un cuadrado de color carne, está hundido en la tierra, podría decirse que no avanza. En realidad va con el movimiento del planeta, el movimiento por excelencia. Al estar unido a la tierra, el Carro no necesita avanzar: es un espejo de la rotación planetaria. Su carro podría ser la Osa Mayor, el Carro solar de Apolo, o el caballero en busca del Grial.

El caballo azul representa la espiritualidad; el rojo lo material. Los colores o tonos opuestos de los caballos, expresan la síntesis de aquello que se obtiene en pos del bien común. Las dos energías complementarias macho y hembra realizan aquí la unidad. Si bien sus patas se dirigen en direcciones opuestas, el movimiento de las cabezas y las miradas en común, es la unión de los contrarios que se produce en el plano energético: la fuerza animal instintiva actúan aquí con plena conciencia.

Si se observa la posición del personaje se descubre que su cuerpo, cabeza y brazos forman una figura triangular en el cuadrado del vehículo. Un triángulo en el cuadrado, es espíritu de la materia. Podría decirse que el vehículo representa el cuerpo, los caballos la energía y el personaje el espíritu.

El cetro en su mano izquierda puede significar que domina la vida material, o que extrae su poder de su encarnación. Su acción se efectúa sin esfuerzos.

Las 12 estrellitas de la rueda de El Carro nos indican que trabaja con fuerza cósmica. Sobre los hombros dos máscaras, representan el pasado y el futuro, lo positivo y lo negativo, el tiempo y el espacio, el Sol y la Luna; de los cuales es el punto de encuentro y unidad. Al actuar en el plano presente, está abierto al pasado y al futuro, hacia la alegría y la tristeza, la luz y las sombras. Está seguro sobre sí mismo.

Los 19 botones de su coraza lo relacionan con el Sol y su cabello claro denota su pureza al hablar.

Es una carta de lucha y exige responsabilidad ante todo. Puede beneficiar a la persona en el ámbito laboral para obtener un trabajo mejor o progresar en el que ya tiene.

En el plano de la cotidianidad encontramos en el joven el ejemplo que se aleja del hogar y va en busca de su destino: tal vez lo encuentre en un viaje o haciendo un trabajo independiente. De todas maneras, ha decidido crecer. La carta indica la necesidad de controlar todas las emociones. lo que también nos dice este arcano es no negar la negatividad, sino aceptarla, pues es la única manera de salir adelante.

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