domingo, 3 de mayo de 2009

LA ESTRELLA


LA ESTRELLA

La carta derrama ternura. Carta protectora. Su desnudez indica pureza; su acción, con los cántaros, que hay que dar lo que se recibe y la libre circulación de las fuerzas espirituales y materiales. El pájaro negro en el árbol simboliza inspiración fecunda en el plano material, y Venus dominando a las estrellas, afectividad armoniosa. Buen augurio, si sale como 1º carta en la tirada. La carta simboliza la juventud. Esta mujer tiene dos cántaros en su mano y vuelca el líquido en un arroyo, como descubriéndola, el agua simboliza la creación divina y el camino a seguir. El arroyo nos muestra la actividad y la renovación constante. El rostro de la joven muestra serenidad y alegría frente a la esperanza. Los árboles muestran la vida y el bienestar. Todo esto símbolo de feminidad y progreso.

La Estrella: el ser humano en su verdad. La Estrella no tiene nada que ocultar, solo tiene que encontrar un lugar en la tierra. La actitud de la Estrella sugiere piedad y sumisión. Pero su rodilla apoyada en el suelo también puede ser señal de arraigo: ha encontrado un sitio en la tierra y está en comunicación con el cosmos. Sus pechos desnudos evocan la lactancia, y podría verse en las estrellas, que son 8; nos indican que aquí se alcanza una perfección: la perfección del don.

La Estrella es un ser totalmente unido al mundo. Una de sus jarras parece soldada a su cuerpo, y la otra se prolonga e el paisaje. Se puede ver en ello la imagen espiritual y sexual o instintiva. Es un ser con sabiduría receptiva, que le permite transmitir la fuerza universal que pasa por ella, simbolizada en el cielo estrellado. Derrama fertilidad, a su alrededor brotan árboles.

Desde el punto de vista de labor psicológica, podría decirse que la Estrella, al purificar su pasado, purifica su futuro y su entorno. Da a lo que la rodea y a sí misma, sin pedir nada a cambio. La fuerza brotada del centro del universo (simbolizado por las estrellas), desciende hacia el ser humano, purifica la tierra y vuelve hacia el universo, en un movimiento de eterno retorno. La figura del pájaro negro puede evocar el Fénix que renace de las cenizas. La Estrella es tanto un canal de lo infinito como el de la eternidad.

Si se quiere ver su acción desde el punto de vista negativo, la Estrella malgasta o exige en lugar de dar. A veces se la representa dilapidando su energía hacia el pasado, habitada por neurosis sin resolver del niño interior. Es un ser vampirizo, perpetuamente insatisfecho, que se siente permanentemente mal querido, invadido o abandonado y que sin tener nunca intención de dar, permanece en constante reivindicación afectiva, sexual y energética. La Estrella se convierte entonces en pozo sin fondo, poseída por una pasión del exceso, sin discernimiento. Puede metamorfosearse en una descarada impúdica, o en un ser tóxico que contamina, envenena la vida espiritual o material de los suyos.

Simbólicamente la Estrella representa el guía espiritual que llevamos dentro, relacionando con las fuerzas más profundas del universo, con la divinidad. Es lo desconocido de nosotros mismos y en lo cual podemos tener fe: nuestra “buena estrella”.

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