domingo, 3 de mayo de 2009

LA FUERZA


LA FUERZA

Carta positiva, da fuerza y coraje para afrontar las dificultades externas. Gracias a ella el éxito es posible, más o menos fácilmente, pero éxito al fin. Triunfo de la inteligencia sobre la fuerza bruta. Representa el orgullo. La poderosa leona Sekmet o la Ninfa Cirene, que doblega sin armas al león. El personaje mira hacia el lado izquierdo, el psiquismo. Las cuatro puntas de su sombrero hablan de su victoria sobre la materia y los instintos, simbolizados por el león dominado. Tiene conciencia de la eternidad, representada por su sombrero, símbolo del infinito, y las energías recorren todo su cuerpo como señala la trenza vertical.

Es la carta que abre las energías inconscientes. El mensaje de la Fuerza es muy claro: esa labor de conciencia pasa, en 1º lugar, por la relación con las fuerzas instintivas. La Fuerza trabaja de la cintura para abajo, permitiendo que las energías de las profundidades comuniquen con las instancias espirituales de su ser. La inteligencia de la Fuerza está dispuesta a emprender el vuelo hacia el Cosmos. Toma apoyo en el único pie visible, se puede ver en ello la señal de una fuerza excepcional que le permite un sólido apoyo en la tierra. También se puede decir que su belleza, es el más sublima de los placeres.

La Fuerza es consciente de los pies a la cabeza. Puede decirse que es la potencia misma de la conciencia, bajo su aspecto de punto de unión entre lo alto y lo bajo, entre la energía espiritual y la energía instintiva. Solo se apoya en un suelo, o sea en un terreno en que se ha llevado a cabo una labor de toma de conciencia. No se sitúa en el tiempo ni en el espacio, sino que reposa en el presente como expresión de una energía pura.

Toda su atención se concentra en la relación con el animal, en cuya melena está la fuerza inteligente. La mente se encarna en la animalidad, que a su vez se vuelve disponible a la comunicación con la mente. La Fuerza trabaja con las manos desnudas, con las manifestaciones del inconsciente y de su propia sexualidad: la cabeza de la bestia está a la altura de la pelvis.

Pero en su acuerdo o desacuerdo con la mente pueden surgir tanto la creatividad y la iluminación como los bloqueos o las represiones. La Fuerza nos enseña que en esta relación con la animalidad tocamos cuestiones esenciales y que esta parte de uno mismo no puede descuidarse. La naturaleza intelectual escucha la voz del animal; y el animal escucha la influencia de lo mental: es el ideal de la Fuerza, una dinámica en que las manos danzan con el hocico en una comunicación en forma de ocho, de infinito, perfectamente equilibrada.

Si se interpreta el movimiento de las manos y de las fauces como un conflicto, una lucha de poder, la energía sexual está reprimida, y a su vez la animalidad mutila el psiquismo (en el cuello de la mujer una marca como de una decapitación). Cierre del corazón provocado por la represión. Esa línea del cuello da lugar a la expresión y a la palabra verdadera que no procede sólo del intelecto, sino también de las profundidades del ser: una palabra en que el conciente y el inconciente se armonizan.


No hay comentarios: