jueves, 9 de abril de 2009

El Mago


EL MAGO

Representa a un joven dinámico, emprendedor, amable, astuto, decidido y sumamente activo. Está representado por el Dios Thot patrón de los magos egipcios. Su sombrero con la forma de 8 acostado es el símbolo del infinito significa la fuerza creadora. Describe el principio de una espirar. Viene de la invisible, ya que representa el 1º punto, emerge de la nada para dar sus primeros pasos en el mundo. En este sombrero un cordón de luz amarillo parte de su cabello, de lo mental, y se abre para reunirse con el cielo, en unión con el universo. Su objetivo es quizás, el de llegar a inmortalizar la conciencia individual. En su cabello amarillo, símbolo de inteligencia luminosa, 8 pequeños círculos naranja indican que tiene conciencia de la perfección y que se le impone como meta. En el plano psicológico, también podría verse como un joven que todavía tiene la cabeza llena de ideas de su madre. Los colores de su vestimenta rojo, azul y amarillo hacen referencia a su creatividad, espiritualidad e inteligencia.

Los zapatos indican que su inteligencia toca la tierra, una tierra embebida de rojo sangre, de humanidad, recibiendo al mismo tiempo la llamada de la fuerza divina. Es una mente que busca ubicarse en el mundo humano, encontrar soluciones para la vida material. Es también una carta que evocará cuestiones de empleo, trabajo y profesión.

El arbolito que aparece entre sus pies podría ser el sexo la madre naturaleza que lo ha dado a luz: el mago desciende de otra dimensión y viene a buscar su mundo, su público, su campo de acción, su arte, sus ideas, sus amores, sus deseos. Va a satisfacer sus necesidades, hacer trampas, iniciarse, empezar a vivir.

Para el mago todo es posible: tiene en su mesa una serie de elementos que puede emplear a su antojo y una bolsa que podríamos imaginar inagotable. Como un cuerno de abundancia. Este personaje actúa desde su mesa hacia el cosmos, hacia la vida espiritual. El mago trabaja con la luz y la sombra, haciendo malabarismos del inconsciente al supraconsciente.

Los elementos que el mago utiliza representan los elementos aire (cuchillo), agua (copa), fuego (varita) y tierra (mesa). Ello nos indica que se llega a la verdad atravesando la ilusión. La mesa tiene 3 patas y una que es invisible, esto lo vincula al mundo espiritual. También se puede pensar que la 4º pata está fuera de la carta, superando la fase de las posibilidades y entrando en la realidad de la acción, de la elección, es como el Mago concretaría su situación.

Posee en su mano izquierda una varita y en su mano derecha un oro receptivo. Esta moneda simboliza la verdad, la perfección, pero también nos señala que el mago no olvida las necesidades cotidianas. En la mano que sostiene la varita trata de captar la fuerza cósmica. Toma energía del cosmos y la envía a la tierra.

El cinto del mago es doble. Si se considera como un símbolo de voluntad, se deduce que es capaz de ejercer la voluntad sobre su intelecto (la parte superior), pero también sobre la animalidad, su carne. Por otra parte, esta dualidad indica que aún no ha llevado a cabo la realización de su ser, mientras hay diálogo interior, la iluminación, la verdad, no está allí.

El Mago está detrás de una mesa mostrando a los viandantes sus habilidades y técnicas. Lo llama para que se acerque a verlas. Usted camina hasta la mesa y se sorprende de la inteligencia del hombre. ¿Cómo hace esos trucos? ¿Utiliza la prestidigitación o se trata de un poder superior? No puede explicárselo.

El Mago nos habla del papel de la comunicación, del desarrollo de la capacidad para hacernos entender con claridad. Evolucionaremos mediante el ejercicio de la mente y el uso de la razón. El Mago nos recuerda que hemos de evitar la fe ciega e incluso las emociones de­masiado fuertes. El adiestramiento de la mente y el estu­dio nos brindarán la oportunidad de desarrollar nuestras facultades de una forma sistemática.

El Mago nos muestra cómo comunicarnos, cómo ven­der nuestras ideas, cómo desarrollar el ingenio y otras habilidades, cómo solucionar los problemas, cómo abordar diferentes cosas al mismo tiempo.

Los magos de hoy en día se mueven en el mundo de los medios de comunicación, la prensa, la publicidad, las ventas, etc. De hecho, cuando desean vendernos algo pueden ser muy persuasivos con sus palabras e imágenes.

EL LOCO


EL LOCO

Representa una energía original sin límites, la libertad total, la locura, el desorden, el dios o también el impulso creador fundamental. Muestra energía. Puede representar a un peregrino, un santo. Alguien que va en busca de quienes parecen haberse encontrado con Dios. Parece haberse dado cuenta de la nada que es él y eso lo toma humilde. La frase del Loco es: "Todos los caminos son mi camino". El Loco camina sin finalidad, sin rumbo, hacia la destrucción. El Loco es un ser desprendido de cualquier necesidad, de cualquier complejo, de cualquier juicio, al margen de cualquier prohibición que ha renunciado a cualquier demanda, una fuerza liberadora. Representa proyectos caóticos o incoherentes. Desconfianza. El joven dios egipcio Khons, el viajero; o Parsifal, peregrino en busca del Santo Grial. El personaje parte en busca de sí mismo; en la alforja lleva sus emociones que aspiran hacia el conocimiento de lo divino (bastón), mientras su vestido tiene los colores de la inteligencia y la acción creadora. El bastón es para tomar las energías de la Tierra, el gato símbolo de sus instintos, intenta retenerle sin éxito. En el cinturón se encuentran 4 cascabeles que podrían corresponder a los 4 centros del ser humano simbolizados por los Palos de los Arcanos Menores: espadas (intelectual), copas (emocional), oros (corporal), bastos (sexual y creativo). El Loco produce un aporte de energía luminosa en esos 4 centros, que también están simbolizados en los 4 mundos de la Cabala: Atziloh, el mundo divino; Briah, el mundo de la creación; Yetzirah, el mundo de la formación; y Asiah, el mundo de la materia y de la acción. El Loco aparece avanzando por el gran sendero de la vida. Viaja ligero de equipaje y hace nuevos amigos por el camino. No lleva nada consigo, salvo un peque­ño hatillo con herramientas, regalos y artículos bási­cos. Mira hacia el futuro sin problemas ni preocupa­ciones, sin miedo a lo que éste pueda depararle y seguro de su capacidad para afrontarlo. De repente, usted se suma a este personaje en su aventura. ¿Qué desea obtener de esta experiencia? O la vida es una aventura osada o no es nada. El Loco nos desafía a explorar nuevos territorios y fronteras. Nuestra vida está llena de situaciones que sustituyen las verdaderas aventuras. Siempre existe una excusa o una justificación para la inacción: siempre esperamos que sean otras personas o cosas las que nos entretengan. Ju­gamos al fútbol frente a la pantalla de un ordenador; todo debe sernos entregado en nuestra puerta. ¿Qué queda para la aventura real? Si Colón se hubiese queda­do en casa, no habría experimentado la gran aventura de descubrir el Nuevo Mundo. Es nuestra misión salir al exterior y buscar nuestra verdad y vivir la vida como una aventura. Según el Loco, la vida es un juego. La finalidad de todo juego es divertirse. Podemos aprender jugando. Necesita­mos hacer cosas nuevas en la vida. Necesitamos ensan­char nuestras fronteras. Si nos contentamos con nuestra si­tuación actual —en todos los aspectos—, no estaremos interesados en descubrir cosas nuevas. La cualidad del Loco necesita ser dirigida, no repri­mida, como tantas veces ocurre en la sociedad moder­na. Hay que proporcionarle salidas. A lo largo de la historia, el genio ha tenido la función de despertar la conciencia terrenal reprimida de su era y de hacer a la humanidad receptiva a las nuevas corrientes de ideas. Así, el Loco ha sido siempre una figura inno­vadora e ingeniosa, que desafía las «verdades» conven­cionales y sugiere alternativas. Siempre ha estado por delante de su tiempo. El genio sufre a menudo la perse­cución de aquellos que temen los cambios que él repre­senta. El Loco nos recuerda que debemos fomentar nuestra individualidad y no ponerla en peligro. Siente una aver­sión instintiva por la autoridad y detesta que los de­más le den órdenes. Necesita un espacio amplio para él. Odia la rutina y desea que continuamente ocurran nuevas cosas alrededor. Podría atraer fácilmente a com­pañeros excéntricos, imprevisibles e incapaces de com­prometerse. Sus mejores características son el dinamis­mo y la habilidad para actuar. El Loco posee la inocencia de un niño. Debemos ha­cernos «niños» para poder entrar en su reino «mágico». Sus intenciones son puras. Él es el niño que usted lleva dentro, ya sabe, aquel que está dispuesto a cometer errores para aprender de ellos. El Loco es comparable con los primeros pasos de un bebé. Para poder andar, el bebé necesita mantenerse erguido. Aunque se caiga permanentemente, se levanta una y otra vez hasta que por fin encuentra su equilibrio y, de repente, puede caminar. Cuando fallamos en algo, debemos levan­tarnos y seguir probando hasta hacerlo bien. Si no acep­tamos el reto, no tardaremos en andar cojos por la vida y, al final, seremos incapaces de luchar por nuestra libertad. El Loco aprende de sus errores. ¡Ése es su se­creto! Su herramienta predilecta es la risa. El Loco confía plenamente en lo que el universo le ofrece. No tiene miedo. No se lamenta de lo que podría haber hecho o sido. Eso es agua pasada. Crea su futuro en el momento presente, no en el momento pasado o futuro. El pasado y el futuro son una carga innecesaria. El Loco viaja ligero de equipaje porque porta cuanto necesita en su hatillo. El Loco lleva una vida sencilla.¡La sencillez es la clave de la vida!